viernes, 10 de octubre de 2008

El Bermejo


La leyenda del Bermejo

La tonalidad ocre del río Bermejo tiene una expicación técnica. Pero para los lugareños solo importa la leyenda, aquella que se remonta a la enconada lucha entre tobas y matacos por el predominio en la región. Una joven toba cayó prisionera, y enamoró más tarde al hijo del cacique mataco. Sus relaciones amorosas fueron subiendo de tono, hasta que debió actuar el consejo de hechiceros. El pronunciamiento fue inflexible: la pareja debía ser sacrificada. La pena se ejecutó y los corazones de ambos fueron arrojados a las aguas del río Ypetín -así se nombraba al Bermejo-.
A pesar de las fuertes corrientes, los corazones seguían flotando cerca de la barranca. Entonces se decidió retirarlos y quemarlos. Una hoguera los redujo a cenizas.
En ese lugar nació una planta arbustiva que dio flores rojas en forma de corazón. La misteriosa planta arbustiva se denomina letoneta -kellequecté para los tobas-. Desde entonces en un símbolo del amor eterno y la causa del color rojizo del río Bermejo.

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