Formosa en el arte.

No se puede hablar de la cultura formoseña sin hablar de la presencia mataco-mataguaya, familia indígena representada actualmente por las tribus mataca, chorote y chulupí. Los matacos, que constituyen la tribu principal, sobresalen por la riqueza de su cosmogonía, plena de mitos, que se expresan en innumerables leyendas y en una creatividad poética para cuya salvaguarda y difusión, lamentablemente, la tradición oral no resulta suficiente. Las aberrantes condiciones de vida de los indígenas conspiran contra la supervivencia de su cultura: basta consignar que, sin entrar a analizar el valor nutricional, el volumen diario de alimentación ingerido por cada mataco no supera los 500 gramos de comida.
Pasando al ámbito de la "cultura blanca", entre los escritores formoseños sobresalen Fernando Casals, autor de Formosa, un clásico de la literatura provincial. También cabe señalar la presencia literaria de Hugo Orlando del Rosso, autor de Páginas de amor, angustia y soledad, y de Plaza vencida. Por su parte, Armando de Vita y Lacerra ha hecho un gran aporte a la historiografía provincial con Contribución para una historia grande de Formosa. La plástica està dignamente representada por los pintores Héctor Noriega, Rolando Waldemar Miranda y Roberto Omar Piccone, fundador en 1957 del importante taller Peña Horizontes. Cabe consignar la labor de los tallistas en madera Omar Budiño y Miguel Ángel Deolas, el grabador Aníbal Bibollini y el escultor Luis Rumich, también excelente cartógrafo.